¡Aprovechar una oferta NO es sinónimo de AHORRO!
Si estás haciendo el esfuerzo de ahorrar, pero cuando ves una oferta no resistes la tentación de comprar, presta atención a estos consejos.
¿Cómo sabemos si una oferta nos está ayudando a ahorrar?
Hoy en día cuando vamos de compras nos encontramos con ofertas de todo tipo y en toda clase de productos. Dentro de la variedad de ofertas y promociones, algo que es común encontrar son los descuentos y las clásicas ofertas de 2x1 o 3x2.
Y claro, esas estrategias de mercado son excelentes, a todos nos gustan las ofertas y la idea de comprar algo más barato, o incluso obtener algo gratis es por lo menos tentador.
Pagamos por uno y llevamos dos, es música para nuestros oídos. Suena a regalo y a todos nos gustan los regalos. Ni siquiera pensamos que seguramente en el precio que pagamos están incluidos los dos artículos, la gran mayoría de veces.
El problema es que no todas las ofertas son buenas para nuestra economía, y no necesariamente comprar un producto en oferta es sinónimo de ahorro. Esto va a depender del artículo que compramos y el uso que le damos, del momento de la compra y nuestra situación financiera y en última instancia del precio del artículo en sí.
Vamos a arrojar un poco de luz en todo esto y repasemos algunos ejemplos para aprender a diferenciar una “buena compra” de una “mala compra” o una compra innecesaria.
Cuando estamos comprando un producto que ya teníamos pensado adquirir pero lo hacemos con una oferta o un descuento estaremos generando un verdadero ahorro, ya que nosotros íbamos a comprar el producto en cuestión de todas formas y lo estamos pagando menos!
Pero cuando estamos comprando algo solo por el echo de no dejar pasar la oportunidad, en realidad este gasto se convierte en un gasto imprevisto o un gasto no programado.
Esta es la idea central. Debemos aprender a diferenciar compras necesarias de aquellas compras por impulso e innecesarias.
Con las ofertas de 2x1 o 3x2 hay que tener especial cuidado ya que muchas veces no se va a tratar de un descuento o un ahorro. Si bien es verdad que estamos pagando un menor valor por el artículo, muchas veces estaremos comprando más artículos de lo que realmente necesitamos o queremos, entonces termina siendo un gasto sin mucho sentido.
Entonces, ¿Cuándo nos conviene aprovechar las ofertas?
Sin dudas una oferta es genial cuando estamos comprando algo que realmente necesitamos o algo que estábamos decididos a comprar.
Lo ideal es renunciar a ofertas de cosas que no son lo que estábamos buscando o que no está en nuestra lista de las compras por ejemplo.
Piensa que comprar un artículo solo porque está en oferta no tiene sentido y no será un ahorro será un gasto.
Las ofertas que más nos convienen son en aquellos productos que usamos regularmente.
Es buena idea aprovechar ofertas en productos de limpieza e higiene personal. También en alimentos, (sobre todo cuando son productos con una fecha de caducidad larga) que vamos a poder guardar en la alacena y además consumimos con frecuencia.
Por ejemplo, supongamos que encontramos una oferta irresistible en jabón en polvo o shampoo, aunque no lo tengamos pensado o previsto comprar si la oferta es tentadora y consideramos que estamos pagando un precio menor, será positivo para nuestras finanzas, porque así no sea un gasto planificado, es un gasto que tendremos que hacer en algún momento más adelante.
Algo que es muy importante es que sin importar si es la mejor oferta del mundo o un descuento gigante, debemos evitar asumir deudas.
Muchas veces vemos algo con un descuento increíble y pensamos que tenemos que aprovechar la oportunidad.
¡No habrá otra oferta como esta! Nos decimos a nosotros mismos. En ese momento sacamos la tarjeta de crédito y dejamos que haga su magia.
¡Te aseguro que no es la mejor opción! Sin importar si es una necesidad o un deseo debemos analizar el gasto y evaluar si justifica asumir una deuda.
En el momento y con el producto en frente y ese enorme cartel de 30% OFF siempre nos va a parecer una oportunidad única. Pero lo cierto es que es mejor dejar pasar la oferta pero no desestabilizar nuestras finanzas personales. Si nos implica asumir una deuda, es decir, problemas para más adelante, es mejor pensar que ya hará otra oportunidad igual o mejor.
Conclusión: No toda oferta significará un ahorro.
Debemos comprar con inteligencia y priorizar siempre nuestros objetivos financieros.
¡Muchas gracias por leernos! Te invitamos a seguir leyendo: ¿Cómo empezar a ahorrar si no llego a fin de mes?
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